lunes, 25 de enero de 2016

Denuncia Número 3.

Guanajay, Provincia Artemisa, Cuba.
Noviembre 30 de 2015.

Acusación formal Número 3 contra:
1.- El Señor Alejandro Castro Espín, Asesor de Seguridad Nacional del gobierno del Sr. Raúl Castro.
2.- Contra el mayor Orlando, Jefe del Departamento de Seguridad del Estado del municipio Mariel.
3.- Contra la tripulación del día domingo 8 de noviembre de 2015 del auto patrullero Número 147.
4.- Contra la tripulación del día 8 de noviembre de 2015 del jeep UAS Patrulla de Carretera Número 819.
5.- Contra el Jefe de la PNR del municipio San Cristóbal, de la provincia Artemisa.
6.- Señor Juan Santurio, coronel retirado de la Seguridad del Estado, residente en el municipio Guanajay.
7.- Señor teniente coronel Rubén, de la contrainteligencia de Artemisa.
8.- Señor Mayor Guillermo, de la contrainteligencia del municipio Guanajay.

Por los delitos de:
1.- Secuestro de carácter continuado.
2.- Tortura física y psicológica de carácter continuado.
3.- Terrorismo de Estado de carácter continuado.
4.- Detenciones ilegales y arbitrarias de carácter continuado.
5.- Actos preparatorios para asesinarme.

Señores Fiscales, Magistrados, Autoridades Políticas, Estatales, Judiciales y de Servicio Público de nuestra nación, mi nombre es Aurelio Andrés González Blanco, ciudadano cubano, natural de Bayamo, Granma; con número de identidad permanente 63101920348, 52 años de edad y vecino de Ave 65 Número 5600, entre 56 y 62, Municipio Guanajay, Provincia de Artemisa, de profesión Abogado; vengo por este medio a presentar formal denuncia, por los delitos antes mencionados, contra los señores: Alejandro Castro Espín; el mayor Orlando, oficial de la seguridad del estado del municipio Mariel; el Jefe de la PNR del Municipio San Cristóbal; los dos policías tripulantes del carro patrullero número 147 y los dos policías tripulantes del carro patrullero UAS 819, correspondientes al turno diurno del día domingo 8 de noviembre de 2015; basado en los hechos siguientes:

Primero: En horas de la mañana del sábado 7 de noviembre de 2015 los tripulantes del carro patrullero número 147 y el mayor Orlando, de la seguridad del estado del municipio del Mariel, se encontraban, inadvertidamente por mí, apostados en algún lugar cerca de mi domicilio; pero donde yo no podía observarlos. Siendo alrededor de las 9:00 am salgo de mi domicilio para dar una vuelta por la avenida 65 y luego ponerme a mover escombros y desperdicios de un basurero que han improvisado, desde hace ya más de 8 meses, en el frente de mi domicilio, donde habitan gran cantidad de ratas. Cuando llego a la esquina de la avenida 65 y la calle 56, saludo a un señor de tez blanca, cabello blanco y alrededor de 70 años de edad que allí se encontraba, me doy vuelta hacia mi domicilio y comienzo a caminar en dirección a él. Faltándome unos 10 metros para llegar a la cerca que separa mi propiedad de la calle, escucho un vehículo que dobla la esquina antes mencionada y viene en dirección hacia donde yo me encontraba. Me doy vuelta para mirar y veo al mayor Orlando y a uno de los dos policías de la tripulación del auto patrullero 147 corriendo tras mi persona. Yo rápidamente penetro en mi propiedad, saco mi celular, y comienzo a grabarlos, dejando constancia fílmica del asedio policial del que estoy siendo objeto sin haber cometido delito alguno.

Segundo: Que desde comienzo del mes de julio de 2015, la seguridad del estado del municipio Guanajay y municipios circundantes, me tienen sitiado el domicilio, con el objetivo de detenerme cuando salga del mismo, sin que exista cargo judicial alguno contra mi persona. Constituyendo una flagrante violación de mis derechos civiles y mi libertad individual constitucionalmente reconocida, y un genuino y cruel acto de Terrorismo de Estado. En tal sentido la situación ha sido la siguiente:
1.- Viernes 17, sábado 18 y domingo 19 de julio de 2015: La seguridad del estado me sitió el domicilio por ambos lados, entrada y salida. El día sábado 18, a las 8:30 am aproximadamente, el Mayor Orlando intentó practicar una detención arbitraria contra mi persona cuando yo me dirigía hacia el lavatín de la avenida 65 para lavar las ropas de mi familia. Pero no pudo detenerme porque cuando llamó al carro de la PNR yo lo escuché y pude regresar a mi domicilio.
Desde entonces nunca más he podido ir los sábados, día planificado para ello, a lavar las ropas de mi núcleo familiar.
2.- Noche del viernes 24, día sábado 25 y domingo 26 de Julio de 2015: La seguridad del estado me mantuvo el domicilio sitiado. El domingo 26 de julio, a las 07:00 am, fui hasta la cerca que divide mi propiedad de la propiedad de la ciudad por la Avenida 65 y, justo frente a mi casa, conversé con un vigilante de los que colocan allí para observarme. Le pregunté el por qué él se encontraba allí de guardia y me contestó que estaba protegiendo la vida de un alto dirigente de la revolución que ese día visitaría Guanajay. Igualmente le pregunté que quién lo había mandado para allí, y me dijo que el Partido Comunista de Guanajay.
3.- Noche del viernes 31 de julio, sábado 1ro y domingo 2 de agosto de 2015: La seguridad del estado me sitió la vivienda. Y el domingo 2 de agosto, en horas de la mañana, le hice cuatro videos a los represores de la seguridad del estado mientras me acosaban, coaccionaban e intimidaban durante el cerco criminal que me han tendido. En estos videos aparece el mayor Guillermo y dos de sus auxiliares, más la tripulación del carro patrullero número 166. Además se encontraba en el lugar un auto lada de color verde con el logotipo “Rosello” que siempre está en los alrededores de mi casa vigilándome, siguiéndome y acosándome.
Este mismo domingo 2 de agosto vino a mi casa un oficial de la PNR, siendo alrededor de las 12:00 meridiano, y me dejó una citación policial para ante el Jefe de la PNR del municipio Guanajay, el día lunes 3 de agosto de 2015 a las 08:00 am.
4.-El lunes 3 de agosto de 2015 me presenté en la PNR y fui retenido en la misma desde las 8:00 am hasta las 3:15 pm, por orden del Mayor Guillermo. En esa ocasión, el mencionado oficial, me lanzó todo tipo de improperios, amenazas y ofensas que describo en el número 4 del argumento Tercero de la presente acusación.
5.- El día martes 4 de agosto de 2015, en horas de la mañana, fui a la Fiscalía del municipio Guanajay, pero en ese momento no se encontraban los fiscales; no obstante, le expliqué a la secretaria que le comunicara al Fiscal Jefe que el señor Guillermo, de la seguridad del estado de Guanajay, tenía intenciones irrefrenables de agredirme físicamente. Que me había ofendido con gran profusión, descontrol, desespero y soberbia. Que me había amenazado, y yo me iba a tener que defender en caso de una agresión de cualquier clase. Que por favor, si le interesaba evitar algún hecho de sangre, tomaran alguna medida al respecto y controlaran al mencionado oficial.
6.- Viernes 7, sábado 8 y domingo 9 de Agosto: Me mantuvieron sitiado dentro de mi domicilio y el puesto de vigilancia de la avenida 65 fue trasladado para la vivienda de la Doctora Martínez en la calle 56 esquina a la Avenida 65. El carro patrullero fue colocado frente a la vivienda del Señor Ulacia, en la Carretera Central, mientras otros vigías se mantenían en la vivienda del conocido por El Chino, en la esquina de la Avenida 63 y la calle 56.
7.-Viernes 14, sábado 15 y domingo 16 de agosto: Comenzaron el sitio de mi domicilio desde la noche del jueves 13 amanecer viernes 14, a consecuencia de la apertura de la embajada de los Estados Unidos de América en Cuba. Se reforzó el grupo de vigilancia. Pude contar a seis personas vestidas de civil y la tripulación del patrullero.
8.- Sábado 22 y domingo 23 de agosto: Se reitera la misma operación de cercar mi domicilio. El auto patrullero es parqueado frente a la vivienda del Señor Ulacia y la posta de vigilancia se coloca en la vivienda de la Doctora Martínez. Se mantiene un oficial en la vivienda del conocido por el Chino.
9.- Sábado 29 y domingo 30 de agosto: Se repite la misma operación de coacción mediante el cerco de mi domicilio. No me permiten salir de la casa.
10.- Sábado 5 y domingo 6 de septiembre de 2015: Se repite la misma operación.
11.- Sábado 12 y domingo 13 de septiembre de 2015: Se repite la misma operación.
12.- Sábado 19 y domingo 20 de septiembre de 2015: Se repite la misma operación.
13.- Sábado 26 y domingo 27 de septiembre de 2015: Se repite la misma operación.
14.- Sábado 3 y domingo 4 de octubre de 2015: Se repite la misma operación.
15.- Sábado 10 y domingo 11 de octubre de 2015: Se repite la misma operación.
16.- Sábado 17 y domingo 18 de octubre de 2015: Se repite la misma operación.
17.- Sábado 24 y domingo 25 de octubre de 2015: Se repite la misma operación.
18.- Sábado 31 de octubre y domingo 1ro. de noviembre de 2015: Se repite la misma operación. No obstante, debo señalar que en la tarde del sábado 31 de octubre vinieron a mi domicilio dos señores vestidos de civil que dijeron pertenecer a la seguridad del estado de la zona, y uno de ellos se presentó como el teniente coronel Rubén, mientras que la otra persona se identificaba como primer teniente; pero no pude retener su nombre en mi memoria.
Entre otras cosas, como temas fundamentales de la visita, me comentaron que no debía insistir en seguir yendo para la Ciudad de la Habana los fines de semana y que no me reuniera con las Damas de Blanco. Adicionalmente, el señor Rubén, me preguntó que si yo había tenido algún problema reciente con unas personas que yo había detenido cuando trabajé como oficial de la PNR, los cuales me estaban buscando para ajustarme cuentas pasadas, y que había sido el señor Santurio, coronel retirado de la seguridad del estado de Guanajay, quien se lo había comentado.
Por último, el mencionado señor Rubén, insistió en querer reunirse conmigo en un lugar que no fuera mi casa ni la estación de la policía de Guanajay, ni en otra oficina del MININT.
Yo le dije que el único lugar en el que podíamos reunirnos, excluyendo esos lugares que fueron de mi propuesta, era en el Parque Gandhi, los domingos en la mañana; pues para nada me interesaba tener una reunión privada con agentes de la seguridad del estado.
El señor insistió en venir el siguiente miércoles a mi casa; pero, para placer de ambas partes, no regresó.
19.- Sábado 7 y domingo 8 de noviembre de 2015: Me sitiaron el domicilio. Lo sucedido el día sábado 7 ya lo describí en el argumento Primero de la presente acusación. Y de igual forma, no pareciéndoles suficiente, el domingo 8 de noviembre me detienen, me secuestran y me torturan. Hechos que describo en el argumento Cuarto de la presente denuncia.
20.- Sábado 14 y domingo 15 de noviembre de 2015: Me sitian el domicilio. Las personas que me vigilan se colocan en la casa de la señora Martínez y en la vivienda del conocido por el Chino. El día domingo 15, siendo alrededor de las 9:00 salgo de mi casa en dirección a la avenida 63 (Carretera Central) donde se estaban celebrando unas carreras de patinaje. El señor Guillermo, quien se encontraba apostado en la vivienda de la señora Martínez, me persigue mientras los tripulantes del auto policial Número 124 se movilizan para detenerme; pero, al yo entrar en la multitud que observaba la competencia, los mismos no me detienen. No obstante, se mantuvieron vigilándome hasta las 12:00 meridiano, hora en que se retiraron del barrio. En total eran dos policías en funciones y cinco personas, del sexo masculino, vestidas de civil, que se marcharon en el auto lada color verde (con el logotipo Rosello) antes mencionado.
21.- Sábado 21 y domingo 22 de noviembre de 2015: Igualmente me sitiaron el domicilio y el domingo 22 fui detenido al salir del mismo. La descripción de esta detención aparece en el número 7 del argumento Tercero de la presente acusación.
22.- Sábado 28 y domingo 29 de noviembre de 2015: El mayor Orlando, de la seguridad del estado del Mariel, y sus auxiliares, apostados en la vivienda de la Doctora Martínez, me mantuvieron sitiado el domicilio desde la mañana del sábado hasta el mediodía del domingo. Salí hasta la esquina de la Avenida 65 y la Calle 56 y de inmediato regresé a mi domicilio para no ser detenido.
Debo señalar que poseo evidencias fílmicas de que el señor Orlando y sus auxiliares se encontraban apostados allí vigilándome.

Tercero: Que los siguientes días he sido detenido por parte de la Seguridad del Estado del Municipio Guanajay de manera ilegal y arbitraria, sin que se me expliquen las razones ni se formulen cargos contra mi persona. Tampoco se me ha confeccionado acta de detención alguna en cada uno de los casos.
Estos días han sido:
1.- Domingo, 28 de junio de 2015: Fui detenido por el oficial Guillermo de la Seguridad del Estado del municipio Guanajay en el entronque de la fábrica de oxígeno y acetileno, mientras me dirigía desde Guanajay al municipio Caimito en un camión de transporte privado de pasajeros. Perdí los cinco pesos de mi pasaje. Me condujeron para la PNR de Guanajay. Hora de detención 8:30 am. Hora de liberación: 1:00 pm. Me mantuvieron detenido en la PNR durante 4:30 horas, sin cargos ni Acta de Detención.
2.- Lunes, 6 de julio de 2015: Fui retenido en la oficina del oficial Guillermo, antes mencionado, en la PNR de Guanajay, desde las 12:30 pm hasta las 4:30 pm, durante 4 horas, sin mi consentimiento ni voluntad. En esta ocasión fui objeto de una nueva coacción y otra amenaza de encarcelarme si volvía a ir a la Ciudad de la Habana los fines de semana. El oficial de inmigración me hizo un Acta de Advertencia porque, según sus alegatos, yo estaba viajando para la Ciudad de la Habana sin autorización. Esta advertencia nunca fue respaldada por los oficiales con cargos ni conducta delictiva alguna cometida por mi persona.
3.-Sábado, 11 de julio de 2015: Yo había quedado en reunirme con mi padre en su vivienda, en el municipio de Artemisa, pero el jefe del Sector envió una citación para este mismo día a las 12:00 meridiano. Yo asisto a la cita previo aviso a mi padre de que voy a llegar un poco más tarde cuando salga de la PNR de Guanajay. A las 12:00 del día, cuando llego a la PNR, el oficial Licea me confecciona un Acta de Advertencia sin respaldo delictivo alguno y me deja detenido en la PNR sin acta de detención y sin cargo delictivo alguno. A las 8:00 pm me introducen en el calabozo hasta el domingo 12 de julio de 2015, a las 12:15 pm, en que soy puesto en libertad, sin explicárseme el motivo de mi detención. Es decir, que estuve detenido 24 horas y 15 minutos de manera arbitraria e ilegal.
4.- Lunes, 3 de agosto de 2015: Fui retenido en la PNR desde las 8:00 am hasta las 3:15 pm. El día antes, domingo, 2 de agosto de 2015; recibí una citación del Jefe de la PNR de Guanajay para que me presentara el Lunes, 3 de agosto. Cuando llego a la PNR el mencionado lunes, el Jefe de la PNR me dice que el oficial Guillermo, de la contrainteligencia, me iba a entrevistar. Allí me mantuvieron retenido durante 7 horas y 15 minutos sin formularme cargo delictivo alguno. A la 1:00 pm me trasladan para la oficina del mencionado Guillermo y allí, el mismo oficial de inmigración antes mencionado, me elabora otra acta de advertencia prohibiéndome viajar a la Ciudad de la Habana cualquier día de la semana, y la amenaza de Encarcelamiento y Deportación si viajaba para la Ciudad de la Habana los fines de semana. En esa ocasión el oficial Guillermo aprovechó para llenarme de improperios. Me expresó que me iba hacer la vida imposible, que cada vez que saliera a la calle me iba a detener, que yo iba a tener que ponerle rueditas a mi casa y empujarla para la Ciudad de la Habana. Que iba a hacerles registros a todos los vecinos del barrio para meter preso a todo el que estuviera en negocios ilegales, con el objetivo de virar a todo el barrio en contra de mi persona. Que las Damas de Blanco de Caimito eran unas “putas y unas descaradas”. Que a mi esposa también la iba a meter presa porque estaba trabajando de forma ilegal. Que a mí no me iba a permitir ir a acostar a mi vecino Roberto, quien se encuentra inválido y necesita ayuda de los vecinos. Que ganas no le faltaban de romperme la cabeza y que si me cogía mi cámara o mi celular me los iba a romper. Que estaba averiguando con Santurio quiénes eran las personas que yo había procesado, cuando yo era oficial del DTI, para mandarlos a que me ajustaran cuentas. Entre otras cosas más. Ese mismo día, el mencionado Guillermo, me ocupó y revisó el celular pretextando que yo le había grabado todas las barbaridades que él había dicho. Pero, lamentablemente, no lo hice por razones éticas de encontrarme dentro de una unidad militar.
5.-Domingo, 1 de noviembre de 2015: Fui detenido por un carro patrullero frente al Hogar Materno de Guanajay, a una cuadra de mi domicilio, siendo alrededor de las 8:50 de la mañana, en la Avenida 63 entre 56 y 62. Le pregunté al policía que me detuvo, cuáles eran mis cargos? Y el mismo me contestó que eso se me iba a decir en la PNR. Me condujeron hasta la PNR de Guanajay y allí le pregunté al oficial de guardia teniente Wilber, cuáles eran los cargos que motivaron mi detención? Respondiéndome que eso era asunto de la contrainteligencia y no de él. Me mantuvieron detenido hasta las 3:00 pm, durante 6 horas y 10 minutos, sin acta de detención, sin formular cargos en mi contra, y sin decirme las causas de mi detención.
6.-Domingo, 8 de noviembre de 2015: Fui detenido a las 9:00 am en la Avenida 65 entre 62 y 64, Municipio Guanajay, justo 5 minutos después de yo haber salido de mi domicilio, cuando me dirigía hacia el centro del pueblo de Guanajay. Y me pusieron en libertad a las 8:00 pm en la PNR del municipio San Cristóbal. Hecho que describo más adelante en el Cuarto argumento de la presente.
7.- Domingo, 22 de noviembre de 2015: Fui detenido por la patrulla número 157 al cruzar el puente del río, siendo alrededor de las 9:00 am, justo cinco (5) minutos después de abandonar mi domicilio y dirigirme al centro de la ciudad de Guanajay por la avenida 65 junto con mi esposa Mariela Pérez González. Le pregunté al oficial de la PNR cuáles eran los cargos por los que se me detenía y me contestó que en la PNR se me diría. Luego me condujeron a la unidad de la PNR de Guanajay donde el Jefe de la mencionada estación me dijo que por orientación de la contrainteligencia iba a quedar retenido allí hasta después del mediodía. A 1:15 pm del mismo día fui puesto en libertad. Nunca se me comunicó por causa de qué delito se me detuvo.

Cuarto: Que el Domingo, 8 de noviembre de 2015, fui detenido primero, secuestrado después y además torturado por las Seguridad del Estado en contubernio con otros cuatro agentes de la PNR. Lo que sucedió de la siguiente forma:
Siendo alrededor de las 8:55 am del domingo, 8 de noviembre de 2015, salí de mi domicilio en dirección al centro del pueblo de Guanajay por la Avenida 65. Una vez que voy llegando a la calle 62 esquina a Ave. 65 el carro patrullero número 146 se coloca a un costado de la calle esperando, al parecer, que yo pasara. Una vez que rebaso el carro patrullero mencionado, sigo caminando y el carro patrullero inicia la marcha tras mi persona por espacio de unos 20 metros, ocasión en que se desmontan del mismo dos personas, una de ellas un policía y el otro el mayor Orlando de la seguridad del estado del municipio Mariel, quien ordena al agente policial que me detenga. El agente policial me pide identificación y acto seguido me orienta que entre en el patrullero. Yo le pregunto qué cuáles eran las razones de mi detención? Respondiéndome que en la PNR de Guanajay se me diría. Llegamos a la PNR de Guanajay y el oficial Orlando de la seguridad del estado de Mariel me dice que yo no puedo salir de mi casa los fines de semana porque voy a ser detenido siempre. Luego me trasladan hacia el salón de reuniones de la mencionada PNR y allí me registran el cuerpo y mis ropas en tres ocasiones, además de tratarme en muy mala forma el oficial de guardia Wilber.
Siendo alrededor de las 10:00 am viene el mencionado Wilber con el mencionado Orlando y me dicen que me pare. Yo le pregunto que para qué? Y ambos me dicen que voy a ser trasladado. Yo les respondo que no voy a salir de la PNR, que llamen al Jefe de la PNR y al Fiscal y ellos responden que como quiera me van a sacar de la PNR de Guanajay, por las buenas o por las malas. Yo les digo que la seguridad del estado está preparando una conspiración para Asesinarme y ellos me responden que a ellos no les importa eso, que por las buenas o por las malas me van a sacar de la PNR. El oficial Wilber expresa que si no me podían dejar allí en la unidad de Guanajay? Y el oficial Orlando responde que “Es una Orden de la Jefatura Trasladarme”. De tal forma fueron a buscar a los policías del patrullero número 147 para que me sacaran por la fuerza y cuando estos llegan al salón donde yo estaba sentado, ambos de tez blanca y alrededor de unos 34 años de edad, uno de ellos de complexión gruesa y mediana estatura, y el otro delgado; me coaccionan e intimidan conque me van a sacar por la fuerza si no salgo de allí por las buenas, ocasión en que me tiendo en el suelo boca arriba como muestra de mi determinación de evitar ser sacado de la PNR de Guanajay y evitar que me Secuestraran y me Torturaran, porque ya yo tengo conocimiento que esos famosos “traslados” son para torturar a las minorías no comunistas cuando somos detenidos. No obstante, los dos policías del carro 147 junto con el oficial Orlando, me pusieron las esposas de hierro con mis brazos a la espalda y apretando las esposas hasta el último eslabón, me alzaron en peso como un puerco, agarrándome por los brazos y los pies, y me lanzaron de cabeza para dentro del patrullero número 147.
De la misma forma en que caí dentro del patrullero, así me llevaron hasta la autopista en dirección a Pinar del Río. Ya en la autopista, unos kilómetros hacia Pinar del Río, estaba esperando el jeep UAS número 819, Patrulla de Carretera, con el objetivo de hacer un trasbordo de carro. Esperaron que no pasaran autos en ese momento, por la autopista, y de la misma forma que me metieron en el patrullero 147, me sacaron y me metieron en el UAS 819, como si fuera un puerco. De inmediato el UAS 819 emprendió la marcha en dirección a Pinar del Río, en cuyo interior iba un chofer de tez blanca y complexión gruesa, un policía de tez mestiza y alrededor de unos 40 años, y el oficial Orlando de la seguridad del estado del Mariel. Fueron decenas las veces que les pedí que me aflojaran las esposas porque me estaban trozando las muñecas y me quebrarían las venas y los huesos; pero la respuesta de los tres fue que así iba a seguir hasta el lugar a donde me estaban llevando, que no me aflojarían las esposas en ningún momento; mientras tanto me iban torturando físicamente de esa forma. Y ya cuando no me sentía las manos, cuando mis manos comenzaron a necrosarse, no pedí más que me aflojaran las esposas, ya no sentía dolor alguno.
En el UAS 819 me llevaron hasta un Conejito que hay como en el kilómetro 60 de la Autopista y un kilómetro más adelante me cambiaron para otro jeep UAS, número 805, patrulla de carretera.
Aquí me cambiaron las esposas y continuaron conmigo, esposado, hasta como el kilómetro 80 de la autopista, aproximadamente. Salieron de ella hacia un caserío y luego el carro 805 paró frente a un complejo constructivo del MININT donde hay una unidad de bomberos y una estación de la PNR en cuyo frente dice PNR San Cristóbal. Allí me sacaron del UAS 805 y el mencionado Orlando le dijo a un oficial de guardia, primer teniente vestido con el uniforme de diario verde, de tez negra y bajo de estatura; que yo era el caso que él había conversado por teléfono con el mencionado oficial de guardia, a lo que este último respondió que no había problemas, que él me iba a dejar detenido allí. Mientras, el mencionado Orlando me daba unos masajes en mis manos cianóticas y en mis muñecas heridas, segundos antes de marcharse.
Allí no me confeccionaron acta de detención y tampoco me dijeron las razones de mi detención, sólo si quería agua, almorzar y comer? Cosas que no hice. Sólo tomé agua.
Aproximadamente a las 8:00 pm de ese mismo domingo, 8 de noviembre de 2015, el mencionado oficial de guardia viene a donde me tenían detenido y me dice que lo acompañara que ya me iba. Yo le pregunté que si ya habían venido a buscarme? Y el oficial me responde. A buscarte? Noooo. Te tienes que ir por tus medios. Yo le comento, cómo que por mis medios si yo jamás en mi vida he venido a este lugar. Y el oficial se queda callado y me dice que lo acompañe que me va a llevar hasta donde puede que pase algún transporte ese día domingo. Me lleva hasta una carretera que me dicen luego ser la Carretera Central, pregunto allí a una vecina a qué hora pasa algún transporte de pasajeros. Y la señora me responde que “hoy domingo por aquí no pasa nada”.
Fue así que tuve que marchar a pie hasta el centro del pueblo de San Cristóbal. Allí tomé un transporte público estatal hasta el pueblo de Candelaria, donde permanecí, en el parque principal, hasta las 4:30 de la madrugada del día lunes, 9 de noviembre de 2015. A esa hora tomé un ómnibus interprovincial que me pudo traer hasta el municipio de Guanajay, llegando a mi casa a las 6:00 am. Constituyendo todo ello una forma de tortura psicológica y económica, porque todo ese día, a causa del secuestro, tuve que gastar 80.00 pesos sin, a penas, poder tomar agua y pasando el día entero sin comer.

Quinto: Que ese mismo día lunes, 9 de noviembre de 2015, siendo alrededor de las 10:30 am fui a la oficina de atención a la población del PCC del municipio Guanajay y formulé la denuncia correspondiente al Secuestro y Torturas del día domingo 8 de noviembre de 2015 que contra mi persona se cometieron por parte de los oficiales Orlando, de la seguridad del estado del Mariel, y los agentes de la PNR de los carros Lada 147 y UAS 819.

Sexto: Que de igual forma, ese mismo día 9 de noviembre de 2015, a las 11:30 am aproximadamente; acudí a la oficina de la Fiscalía Municipal de Guanajay para formular denuncia contra los oficiales de la seguridad del estado y de la PNR que me habían secuestrado y torturado, orientándome la Fiscal Cindy que esperara una citación del Fiscal Jefe para el próximo miércoles 11 de noviembre de 2015. Y ese día 11, a las 4:30 pm, me reúno con el Fiscal Yerandy, quien, luego de yo describir todo lo sucedido referente al Secuestro y las Torturas, y todo lo referente a el asedio, los cercos de mi domicilio y las varias detenciones y retenciones ilegales de que he sido objeto, me plantea que “No existen evidencias en la PNR de Guanajay de que el día domingo, 8 de noviembre de 2015, yo haya sido detenido en la mencionada unidad, como tampoco existen evidencias de que yo haya sido trasladado a ninguna parte o tratado como yo he expresado, excepto las escoriaciones que poseo en mis muñecas, que pueden deberse a alguna manipulación con esposas”. Y me pregunta que si yo tengo algún testigo imparcial o pruebas que puedan corroborar mis acusaciones? Cuestión ésta que a mí me dejó completamente estupefacto y le comenté al Señor Fiscal: Entonces este asunto es mucho más grave de lo que estoy pensando. Ante lo cual el Fiscal no dijo ni que sí ni que no, sólo que fuera a la oficina de atención a la población del MININT de Artemisa porque las personas que yo estaba acusando son militares.

Séptimo: Que de igual forma, deseo formular acusación contra los señores Alejandro Castro Espín;
mayor Guillermo, de la seguridad del estado de Guanajay; teniente coronel Rubén, de la seguridad del estado de la provincia Artemisa; y contra el señor Santurio, coronel retirado de la seguridad del estado del municipio Artemisa, residente en Guanajay; por actos conspiratorios para provocar una riña utilizando a personas que yo detuve hace más de 25 años, por actos criminales, y aparentar una pelea callejera. Y con tal objetivo, estas cuatro personas mencionadas, lograr asesinarme, ya sea como autores materiales o intelectuales, pero dando lugar a un típico linchamiento callejero en una aparente riña común.

Octavo: Que el día lunes 23 de noviembre de 2015 volví a la oficina del PCC de Guanajay con el objetivo de presentar una nueva queja por la detención arbitraria de que fui objeto el domingo 22 de noviembre de 2015; sin embargo, la señora de atención a la población me comenta que las detenciones de que estoy siendo objeto son correctas, al igual que los cercos a mi domicilio, y que tratándose de mi persona, con una ideología diferente a la de ella, las mencionadas detenciones y las demás acciones de la seguridad del estado no violan la Constitución ni las leyes establecidas en la República de Cuba. Respuesta ésta que me obligó a retirarme al instante, de la mencionada oficina, lleno de indignación.

Estimados señores. Observando estos hechos, y los demás que he ido conociendo, no tengo más alternativa que concluir lo siguiente: Ya no se trata de una cuestión de corrupción, o de desánimo, o de desinterés, o de falta de optimismo, o de ignorancia, o de cinismo, o de hipocresía, o de falta de ética, o de falta de educación, o de irrespeto por el prójimo, o de prostitución de las normas legales y sociales más elementales. Aquí lo que estoy notando es una gravísima falta de vergüenza, y siento que más que perseguido por una mafia criolla, me parece estar viviendo en una República Bananera, farisaica y anárquica. Donde quienes tienen que respetar las leyes y los procedimientos se contentan con violarlos, se divierten, y quienes tienen que exigir que se respeten los derechos más elementales de los hombres viran la cara hacia otro lugar como quien no quiere enterarse de los horrores que sus colegas comenten en nombre de una doctrina anacrónica; sin embargo, se saben cómplices de ello. A menos que no tengan ya la virtud humana de empatizar con el dolor ajeno y repudiar la injusticia que estamos padeciendo los que no tenemos más armas que la razón, la dignidad y el decoro. Entonces, ¿qué tipo de sociedad es esta????
Por lo tanto, resulta totalmente inconcebible que aún se quiera someter la conciencia humana de quienes no queremos ser comunistas, mediante el terror rojo, la coerción militar y la represión burocrática stalinista.
¡Qué pena me da todo esto!
¿Hasta dónde tendremos que llegar para que se respeten los derechos más elementales de los cubanos?

Testigos que me acompañan:
1.- Oficiales de Guardia de la PNR de Guanajay que se encontraban en la mencionada unidad el Domingo 8 de agosto de 2015, el Primer Teniente Wilber, y los vecinos residentes alrededor de la PNR de Guanajay, quienes observaron cuando fui sacado de la mencionada unidad por la fuerza.
2.- Mi esposa Mariela Pérez González.

Procedimientos que se interesan de mi parte:
1.- Que cese el uso arbitrario y la prostitución de los procedimientos judiciales por parte del Departamento de Seguridad del Estado y sus oficiales.
2.- Que cesen las detenciones ilegales ejecutadas por el Departamento de Seguridad del Estado.
3.- Que cesen las amenazas, las coacciones y los chantajes empleados por el Departamento de Seguridad del Estado.
4.- Que el señor Alejandro Castro Espín, asesor de seguridad nacional del Señor Raúl Castro Ruz sea encausado y procesado por los delitos de Detención Ilegal, Secuestro y Torturas de carácter continuado cometidos contra mi persona, en su condición de autor intelectual.
5.- Que el señor oficial Orlando, mayor del Departamento de Seguridad del Estado, radicado en el municipio Mariel, sea procesado por los delitos de Detención Ilegal, Secuestro y Tortura cometidos contra mi persona, en su carácter de autor material.
6.- Que los señores Alejandro Castro Espín, teniente coronel Rubén, mayor Guillermo y coronel retirado Juan Santurio; sean persuadidos de no continuar en sus actos preparatorios para asesinarme a través de una supuesta riña callejera; porque de suceder, ellos son los responsables y autores de tales hechos.
7.- Que se haga un llamado de atención a aquellos oficiales del Ministerio del Interior que están violando los derechos civiles e individuales de los cubanos, y en especial de las Minorías no Comunistas, con el objetivo de evitar la reincidencia en la comisión de delitos contra la integridad de las personas, su libertad individual y sus derechos civiles.
8.- Que se respeten los derechos de las Minorías no Comunistas a la libertad personal, a la libre expresión de sus ideas, a la libertad de reunión, a la libertad de andar y transitar por todo el territorio nacional y la integridad física de las Minoristas no Comunistas.
9.- Que se respete mi libertad para escoger mis amistades libremente y sin coacción ejercida contra mí por parte del Departamento de Seguridad del Estado
10.- Reitero, que se comprenda de una vez que nuestra sociedad no es una sociedad homogénea, que en ella habitan personas con diferencias ideológicas y criterios sociopolíticos que deben ser respetados y el pueblo tiene derecho a conocerlos. Y que si se aspira a participar en una sociedad civilizada, tenemos que respetarnos y tolerarnos basados en la observancia y respeto de los Derechos Humanos, Civiles y Políticos de cada persona, y abandonar esa cultura de salvajismo abiertamente promovida y apoyada por el gobierno de nuestro país para que nos odiemos y matemos entre nosotros.

Pruebas que adjunto o propongo:
1.- Fotografías, videos y grabaciones que he confeccionado mientras me asedian y sitian el domicilio.

Respetuosamente,





Licenciado
Aurelio Andrés González Blanco.
Abogado Graduado del Curso de
Enseñanza Dirigida de la Universidad de la Habana.

Denuncia Número 2

Guanajay, Provincia Artemisa, Cuba.
Julio 14 de 2015.

Acusación formal Número 2 contra:
1.- El Señor Alejandro Castro Espín, asesor de seguridad nacional del gobierno del Sr. Raúl Castro,
2.- Y contra el mayor Guillermo, Jefe del Departamento de Seguridad del Estado del municipio Guanajay.

Por los delitos de:
1.- Detención Ilegal de Carácter Continuado, ejecutado por razones ideológicas y por mi pensamiento político respetuoso, democrático y pluralista.
2.-Intimidaciones, Amenazas, Coacción y Prohibición del Libre Ejercicio de los Derechos Civiles y Políticos de las Minorías Cubanas No Comunistas, ejecutadas con carácter continuado.

Señores Fiscales, Magistrados, Autoridades Políticas, Estatales, Judiciales y de Servicio Público de nuestra nación, mi nombre es Aurelio Andrés González Blanco, ciudadano cubano, natural de Bayamo, Granma; con número de identidad permanente 63101920348, 51 años de edad y vecino de Ave 65 Número 5600, entre 56 y 62, Municipio Guanajay, Provincia de Artemisa, de profesión Abogado; vengo por este medio a presentar formal denuncia, por los delitos antes mencionados, contra los señores Alejandro Castro Espín y el mayor Guillermo, basado en los hechos siguientes:

Primero: En horas de la tarde del 26 de Mayo de 2015 vino a mi domicilio el oficial de la Seguridad del Estado el Sr. Guillermo para hostigarme, amenazarme con deportarme y obligarme a no ir al parque Gandhi porque me iba a “meter preso y me iba a hacer un documento bien grande para que no me aprobaran la residencia en Cuba”. Me prohibió relacionarme con las Damas de Blanco y me prohibió categóricamente ir a la Ciudad de la Habana los días Domingo. Pero en ningún momento y a pesar de mis preguntas, me contestó cuál era el delito por el que se me acusaba o coaccionaba.
Segundo: En horas de la tarde del 28 de Mayo de 2015 vinieron a mi domicilio el oficial de Seguridad del Estado Mayor Guillermo, acompañado con el oficial de Inmigración que atiende a mi persona. El objetivo de esta visita fue construirme un acta de advertencia que me prohibía el libre ejercicio de mis derechos civiles. Adicionalmente me hostigaron con amenazas de deportación, de internamiento en el centro de detención de Inmigración de Factor y Final en la Ciudad de la Habana, prohibirme ir a la Ciudad de la Habana los días Domingo, y prohibir mis relaciones con “terroristas, mercenarios y personas contrarrevolucionarias”. Y adicionalmente me prohibieron ir al parque Gandhi y reunirme con las Damas de Blanco.
Yo, además de negarme a firmar la mencionada Acta de Advertencia, les comenté que yo conocía bien el concepto de terrorista y mercenario, no así el de contrarrevolucionarios. Pero que yo jamás me reuniría voluntariamente con terroristas, mercenarios, asesinos, criminales, abusadores, narcotraficantes, torturadores y personas que actúan tratando de imponer su voluntad y sus caprichos arbitrarios a los demás. Que yo no me reunía con los integrantes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia que se encuentran en Cuba, que esos sí son terroristas, narcotraficantes, abusadores de menores y autores de cientos de delitos perseguidos internacionalmente, y que resultaba bien bochornoso para el pueblo Cubano que esas personas estuvieran en Cuba promulgando sus programas políticos después de haber cometido tantos crímenes.
Adicionalmente les comenté que yo soy Candidato Presidencial de Cuba y a petición de ellos les comenté algunos de mis proyectos, entre ellos el salarial, el alimenticio, el de telecomunicaciones y el empresarial. El oficial de Inmigración, antes de yo expresar idea alguna, me comentó que él nunca me reconocería si llegara a ser Presidente de Cuba y le comenté que así es la democracia, que esa idea de él, aunque no lo creería, es un gesto de democracia. Por su parte el oficial Guillermo me prometió iba a estar presente en las asambleas del Poder Popular para por todos los medios a su alcance evitar que el pueblo me pueda elegir para cargo público alguno. Debo señalar que en ningún momento los oficiales, a pesar de yo preguntarles en varias ocasiones, me expresaron cuál era el delito por el cual se me acusaba o se me coaccionaba.
Tercero: En horas de la tarde del Viernes 12 de Junio de 2015 vino a mi domicilio el oficial Guillermo para prohibirme que yo viajara a la Ciudad de la Habana el Domingo siguiente e igualmente prohibirme ir al parque Gandhi y reunirme con las Damas de Blanco. El oficial no me expresó el delito por el cual se me acusaba o se me coaccionaba.
Cuarto: En Junio 27 de 2015, siendo alrededor de las 5:00 pm fue a mi domicilio el Oficial Guillermo para comunicarme que me iba a detener si viajaba para la Ciudad de la Habana el Domingo siguiente, y además, prohibirme que me reuniera con las Damas de Blanco. Sin embargo, no me expresó el delito por el cual se me acusaba o por el cual se me coaccionaba.
Quinto: En Junio 28 de 2015, siendo alrededor de las 7:30 de la mañana de ese Domingo, el oficial Guillermo fue a mi domicilio y me estuvo llamando. Yo estaba durmiendo, luego se retiró. A las 8:20 am aproximadamente salí de mi domicilio, tomo un camión hacia Caimito y en el entronque de la Empresa de Oxígeno y Acetileno el oficial Guillermo detuvo el camión, subió al mismo, buscó entre los pasajeros y me obligó a descender del mismo, me dijo que estaba detenido sin expresar delito ni cargo alguno y que sería conducido de inmediato hacia la unidad de la policía. Eran alrededor de las 9:00 am cuando me colocaron en la Unidad de la PNR de Guanajay, donde permanecí hasta las 1:00 de la tarde del propio día y luego me liberaron. Debo señalar que en ningún momento se me comunicó el delito por el cual se me había detenido.
Sexto: El Lunes 6 de Julio de 2015 fui al Carnet de Identidad del municipio Guanajay por cumplirse los 90 días de iniciar mis trámites de residencia en Cuba. Luego de haber permanecido allí por más de una hora, me hago una fotografía en la calle (lugar público) y frente a la oficina del Carnet de Identidad con el objetivo de contar con una evidencia de que ese día estuve en la mencionada oficina y evitar que el oficial Guillermo me imputara el que yo andaba indocumentado. Unos instantes después la oficial a cargo de la oficina sale y me dice que yo no me puedo tirar fotografías allí y de inmediato me pide que la acompañe, encaminándose hacia el inmueble que ocupa la Policía. Yo le contesto que no la iba a acompañar porque no iba aceptar que me quitaran mi cámara fotográfica (pues esta es una práctica constante que realiza la Seguridad del Estado y la Policía en el parque Gandhi los Domingos, con el objetivo de que no podamos tener evidencias de los abusos, maltratos, torturas y arbitrariedades que allí cometen contra nosotros) esto último no se lo dije, pero fue lo que me hizo reaccionar de esa forma. Allí tuvimos una conversación informal frente a la oficina del oficial Guillermo y le confieso que yo debía tener una constancia de haber asistido al Carnet de Identidad para buscar mis documentos de residencia porque estos aún no estaban listos. La ley migratoria establece 90 días y mis documentos aún no están listos. Luego voy a mi casa, dejo mis pertenencias y vuelvo a la oficina del Carnet de Identidad para que la oficial de la oficina me explique bien los detalles del caso cuando llegara mi turno en la fila. Se produce la reunión en la oficina de la oficial responsable del Carnet de Identidad a instancias del oficial Guillermo, porque se me imputaba desorden público, falta de respeto y no recuerdo qué otras palabras más se emplearon. Allí quedaron las cosas claras, que nunca ofendí sino todo lo contrario, que no alteré el orden porque lo que hice fue retirarme, y teniendo yo las respuestas de la oficial del Carnet de Identidad el oficial Guillermo me dice que vaya para su oficina. Siendo así yo pensaba que no estaba detenido porque dos veces había ido yo ese día, voluntariamente, a la oficina del Carnet de Identidad, pero resultó que habían citado al oficial de Inmigración ya mencionado, para que me coaccionara nuevamente y me hiciera un acta de advertencia por desorden y falta de respeto. Igualmente me volvieron a coaccionar y amenazar con llevarme a la prisión o no autorizarme la residencia en Cuba. Sin embargo todos los que estuvieron presente en el incidente del Carnet de Identidad estuvieron de acuerdo conque no tuve comportamiento irrespetuoso alguno sino todo lo contrario. Fue así que esa tarde del Lunes 6 de Julio de 2015 me mantuvieron en la Unidad de la Policía hasta las 4:30 de la tarde. Ocasión en que tampoco se me presentan cargos correspondientes a algún delito tipificado el Código Penal vigente en Cuba.
Séptimo: El Viernes 10 de Julio de 2015 cuando llego a mi domicilio en horas de la noche mi esposa me da una citación que me había dejado el jefe del Sector Oficial Danny, para que me presentara en la PNR de Guanajay el Sábado 11 de Julio a las 12:00 meridiano. La citación no especificaba el delito por mí cometido ni el número de causa.
Octavo: A las 11:20 de la mañana del Sábado 11 de Julio de 2015 salgo con mi esposa para buscar un teléfono público con el objetivo de comunicarle a mi papá que no iba a poder ir a almorzar con él porque a las 12:00 meridiano debía estar en la PNR de Guanajay, pero que cuando saliera de la citación iba para allá a estar con él un rato. Con tal objetivo mi esposa y yo caminamos hacia el reparto Gerabelt pero el teléfono estaba ocupado, luego bajamos por la Avenida 61 hacia el centro del pueblo y en la bodega de la esquina de la Avenida 65 y Calle 62 logramos llamar por teléfono. Continuamos hacia la PNR donde llegamos a las 11:50 am. Una vez allí entran a la PNR el oficial Guillermo y el oficial de Inmigración mencionado anteriormente y este último me comenta que lo hemos tenido dando vueltas por todo Guanajay, cosa que a mí me llamó la atención porque yo los vi pasar cerca de nosotros cuando hablábamos por teléfono y los saludé de forma educada. Fue en ese momento que me percaté de que nos habían estado siguiendo desde que salimos de la casa y entonces mi esposa me recuerda que ellos habían estado en nuestra casa en horas de la mañana preguntando por mí y ella les comentó que yo estaba durmiendo y se marcharon. Allí en la PNR un oficial de apellido Licea me traslada para una oficina y delante del oficial de Inmigración me dice que me va a construir un acta de advertencia por peligrosidad social porque yo me estaba relacionando con personas desafectas al proceso revolucionario, y que además me estaba reuniendo con las Damas de Blanco. Yo le expresé que era cierto que me reunía con las Damas de Blanco, pero que ninguno de nosotros representábamos algún tipo de peligrosidad social porque las Damas de Blanco no tienen intereses políticos y no trabajan porque el gobierno cubano no les permite tener un puesto de trabajo, por lo tanto no tienen interés de participar en el gobierno de este país, cosa que sí me correspondía a mí porque soy político y sí me interesa ser parte del gobierno de este país y con tal fin yo tenía mi proyecto socioeconómico como Candidato Presidencial... El oficial Jefe del Sector Licea llenó sus papeles y me sentó en el patio de la unidad sin decirme la razón de mi detención. Luego solicité una entrevista con el Jefe de la PNR y en la misma le solicité oficialmente una entrevista con la Fiscal jefa del municipio Guanajay, cuestión que me dijo el compañero, no poder solucionar ese día Sábado; pero que si quería tener una entrevista con la fiscal podía ir a la oficina de esa institución. Finalmente ese sábado 11 de Julio de 2015 siendo alrededor de las 6:00 pm me hicieron un Acta de Detención en la cual tampoco se especificaba el delito por el cual se me detenía ni el número de causa por el cual se me estaba procesando. A las 8:00 pm fui internado en los calabozos y a las 12:15 pm del Domingo 12 de Julio fui puesto en libertad; igualmente sin que se me comunicara el delito por el cual había permanecido detenido en la PNR por un período de 24 horas y 15 minutos...
Noveno: Mi estimada Fiscal. Estimadas autoridades del Poder Judicial Cubano. Funcionarios Públicos: Yo nunca he negado el motivo de mi razón social, nunca he negado ni responsabilidad, el motivo y el sentido de mi vida como ciudadano cubano que posee, como cualquier otro cubano digno y responsable, la seria misión de ayudar al pueblo cubano a salir del estancamiento socioeconómico en que se encuentra.
2.- Ayudar a todos los cubanos, sin consideración de ideología y afiliación política, para que tengamos una mejor calidad de vida.
3.- Que todos los cubanos podamos tomarnos, diariamente, al menos un vaso de leche de vaca pasteurizada.
4.- Que todos los cubanos podamos comernos al menos una libra de carne de res al mes.
5.- Que todos los trabajadores reciban un salario real y no simbólico, con el cual puedan cubrir al menos sus necesidades fundamentales de alimentación, vestido, vivienda y transporte.
6.- Que las jubilaciones puedan cubrir al menos el más mínimo de las necesidades socio-personales de los jubilados.
7.- Que con el objetivo de no frenar el desarrollo de las fuerzas productivas en Cuba todos los cubanos tengamos la posibilidad de constituir empresas, como empresarios asociados o individuales, en todos los sectores y ramas de la economía nacional.
8.- Que todos los cubanos, como personas naturales o asociados, y sin discriminación alguna, podamos ser inversionistas en todos los sectores y ramas de la economía nacional.
9.- Que existan en al menos todos las ciudades y pueblos de Cuba, grandes supermercados en los cuales el pueblo cubano pueda adquirir los alimentos que requiera y los insumos, materiales y materias primas que necesite para reproducir las fuerzas materiales productivas en las mejores condiciones de vida que deben desarrollar su horario de descanso y los estudiantes sus labores de investigación y estudio, y los niños su mejor preparación para la vida, siendo imprescindible que desde la edad preescolar comiencen a aprender los idiomas Español e Inglés como si se tratara de su propia lengua, para que en el futuro no tengan las dificultades que he tenido yo.
10.- Que todos los hogares tengan la posibilidad de tener al menos una computadora, líneas telefónicas de red fija y acceso a internet, porque el estudiante que no tenga libre acceso a internet nunca podrá adquirir todo el conocimiento que se requiere para ser un profesional de las ciencias y las nuevas tecnologías, inclusive las agrícolas, y porque la vida social adquiere mucho más dinamismo y se emplea de forma más eficiente el pequeño período de tiempo que permanecemos en esta tierra cuando se cuenta con la posibilidad de solucionar la mayor parte de las tareas de la vida haciendo uso de la comunicación y la investigación ciberespacial y cibernacional. Es decir, para que se tenga una idea de la enorme importancia del uso de la información que se puede encontrar en el internet…Cualquier persona puede viajar el mundo entero o al menos el mundo conocido, en tan solo quince días y se puede viajar e investigar el pasado en tan poco tiempo como las conexiones lo permitan, y todo ello sin tan siquiera salir de la casa… Véase entonces cuanta cultura, cuanto conocimiento, cuanta educación, cuántas habilidades intelectuales y sabiduría se pueden obtener con tan solo tener la posibilidad de conectarse al internet, qué nivel de productividad, vendedores, compradores, distribuidores, mejores precios, condiciones de contratación, etc, etc, etc… se pueden encontrar. Los ciudadanos se hacen más eficientes, más responsables, más útiles, se convierten en mejores ciudadanos para sus sociedades, los profesionales se hacen más competitivos, las empresas mejoran la calidad de sus producciones y se vuelven más competitivas porque de lo contrario quiebran, pero las posibilidades de ser mejor estarán abiertas, las puertas para ser más competitivos y más eficientes no estarán cerradas…
Y yo me pregunto..¿Cuántos cubanos desean lo mismo que deseo yo?
Estoy seguro que son millones. Millones de cubanos desean lo mismo que deseo yo.
11.- Pero hay algo de mucho mayor significado y prioridad que tenemos que resolver ya, y es el estado de mantenimiento en que se encuentran la mayor parte de las construcciones y edificaciones en Cuba… Porque si no hacemos de forma urgente un cambio de mentalidad, si nos seguimos preocupando más por querer someter a los ciudadanos que tienen ideas avanzadas, vamos a enterrarlos en una prisión o en los calabozos de la PNR, pero los techos nos van a caer encima sin hacer diferencias ideológicas…
Décimo: ¿Cómo es posible que estando la ciudad de Guanajay en un estado de abandono tan avanzado, existan tantas personas vigilando cada paso que doy? ¿Por qué no hacen cosas más útiles, tales como constituir una escuela técnica de restauración y masonería para preparar maestros albañiles que puedan arreglar los monumentos arquitectónicos de la ciudad? ¿Por qué no organizan trabajos de restauración y pintura de los muros de la ciudad? ¿Por qué no realizan el saneamiento del río? ¿Por qué no arreglan las calles interiores de la ciudad, que más bien dan la impresión de encontrarnos en una ciudad de barrios marginales? ¿Por qué creer que es glorioso y exitoso vigilarme y cuando salgo a la calle detenerme y encerrarme en los calabozos de la PNR mientras la peste, la insalubridad y la hediondez invade constantemente cada uno de nuestros hogares?
¿En qué parte de este drama puedo llegar a entender que las arbitrariedades, los abusos, los métodos extrajudiciales, la prostitución de la justicia por parte del Departamento de Seguridad del Estado, la falta de profesionalidad, los discursos falaces, las torturas, las detenciones ilegales, las amenazas y los chantajes que se están cometiendo contra las Minorías no Comunistas están beneficiando al pueblo cubano? Ya sea en lo económico, en lo político, como en lo social?
Onceno: ¿Por qué prostituir las acciones judiciales que defienden la libertad individual de los cubanos, empleando sus acciones y procedimientos para creer que encerrando la materia del cuerpo humano se podrán encerrar o aniquilar las ideas de justicia, democracia y libertad de ejercicio de los derechos civiles e individuales de los cubanos?
Décimo Segundo: Señores, yo no cometo delitos, yo no malverso, yo no cohecho, yo no obligo a nadie a pensar como pienso yo, no ando por la calle tratando de reclutar misioneros de mi Programa de Gobierno “Proyecto Nueva Esperanza”, porque el que desea trabajar en este proyecto lo hace de forma voluntaria. Yo no ofendo a los miembros de las FAR ni a los del Ministerio del Interior, porque la mayoría de ellos también padecen las necesidades que padece el pueblo cubano de a pie. Yo no molesto a mis vecinos y por humanidad ayudo a todo el que pueda ayudar. Tampoco miento ni acepto que me ultrajen porque trato a los demás como deseo ser tratado. Y si en algún momento comienzan a escucharse las bombas que dicen que vamos a poner, o comienzan a recogerse los cuerpos de los muertos y heridos que se van a producir por esas bombas tan deseadas por esas mentes enfermas y asesinas, pueden estar completamente seguros que yo no he tenido nada que ver con esos crímenes. Recordemos que según los historiadores, Hitler incendió el Parlamento Alemán para culpar a los Comunistas y así poder aniquilarlos y que de él es la autoría de la palabra “gusanos” al referirse a los Judíos, para descalificar un sector de la sociedad creando una visceral propaganda contra falsos enemigos.

Testigos que me acompañan:
1.- Oficiales de Guardia de la PNR de Guanajay que se encontraban en la mencionada unidad los días Sábado 11 y Domingo 12 de Julio de 2015 de los que no puedo mencionar sus nombres porque no los conozco, pero sí puedo identificarlos. Se encontraba además el Oficial Jefe de la Unidad de la PNR del municipio y el Jefe de Sector Oficial Licea.

Procedimientos que se interesan de mi parte:
1.- Que cese el uso arbitrario y la prostitución de los procedimientos judiciales empleados por el Departamento de Seguridad del Estado y sus oficiales contra las Minorías no Comunistas.
2.- Que cesen las detenciones ilegales ejecutadas por el Departamento de Seguridad del Estado contra las Minorías no Comunistas.
3.- Que cesen las amenazas, las coacciones, y los chantajes empleados por el Departamento de Seguridad del Estado contra las Minorías no Comunistas.
4.- Que el señor Alejandro Castro Espín, asesor de seguridad nacional del Señor Raúl Castro Rúz sea encausado y procesado por el delito de Detención Ilegal de carácter continuado ejercido contra las Minorías no Comunistas, en su condición de autor intelectual.
5.- Que el señor Alejandro Castro Espín sea encausado y procesado por el delito de tortura de carácter continuado cometido contra las Minorías no Comunistas, en su condición de autor intelectual.
6.- Que el señor oficial Guillermo, mayor del Departamento de Seguridad del Estado radicado en el municipio Guanajay sea requerido y reentrenado en las formas y procedimientos Constitucionales, y en los contenidos del Código Penal y la Ley de Procedimiento Penal con el objetivo de que pueda apreciar y hacer uso correcto de la legislación nacional vigente en materia de derechos individuales de los ciudadanos cubanos.
7.- Que se haga un llamado de atención a aquellos oficiales del Ministerio del Interior que están violando los derechos civiles e individuales de los cubanos, y en especial de las Minorías no Comunistas, con el objetivo de evitar la reincidencia en la comisión de delitos contra la integridad de las personas, su libertad individual y sus derechos civiles.
8.- Que se respeten los derechos de las Minorías no Comunistas a la libertad personal, a la libre expresión de sus ideas, a la libertad de reunión, a la libertad de andar y transitar por todo el territorio nacional y la integridad física de las Minoristas no Comunistas.
9.- Que se respete mi libertad para escoger mis amistades libremente y sin coacción ejercida contra mí por parte del Departamento de Seguridad del Estado
10.- Que se respete mi libertad para planificar qué hacer en mi tiempo libre y a qué me dedico los fines de semana.
11.- Reitero, que se comprenda de una vez que nuestra sociedad no es una sociedad homogénea, que en ella habitan personas con diferencias ideológicas y criterios sociopolíticos que deben ser respetados y el pueblo tiene derecho a conocerlos. Y que si se aspira a participar en una sociedad civilizada, tenemos que respetarnos y tolerarnos basados en la observancia y respeto de los Derechos Humanos, Civiles y Políticos de cada persona, y abandonar esa cultura de salvajismo abiertamente promovida y apoyada por el gobierno de nuestro país para que nos odiemos y matemos entre nosotros.

Pruebas que adjunto o propongo:
1.- Actas de advertencia elaboradas por el oficial de Inmigración y que obran en sus archivos.
2.- Acta de advertencia elaborada por el Jefe de Sector, Oficial Licea y que obra en su poder.
3.- Acta de detención que se hiciera en la PNR de Guanajay el día 11 de Julio de 2015.


Respetuosamente,




Licenciado
Aurelio Andrés González Blanco.
Abogado graduado del Curso de
Enseñanza Dirigida de la Universidad de la Habana.

lunes, 29 de junio de 2015

Denuncia Número 1 contra el señor Alejandro Castro Espín.

Ciudad de la Habana, Cuba.
Mayo 28 de 2015.

Acusación formal contra:
1.- El Señor Alejandro Castro Espín, asesor de seguridad nacional del gobierno del Sr. Raúl Castro,
2.- Y contra el primer teniente Héctor, perteneciente al grupo de la PNR especializado en la Represión de las Minorías Políticas No Comunistas.

Por los delitos de:
1.- Detención Ilegal y Secuestro de Carácter Continuado, ejecutados contra las Minorías Políticas No Comunistas.
2.- Trato Cruel, Despiadado y Sádico, Represión Desmedida y Lesiones de Carácter Continuado, ejecutadas contra las Minorías Políticas No Comunistas.
3.- Torturas de Carácter Continuado, ejecutadas Contra las Minorías Políticas No Comunistas.
4.- Intimidación, Amenazas de Muerte y Prohibición del Libre Ejercicio de los Derechos Civiles y Políticos Pertenecientes a los Ciudadanos Cubanos, ejecutados contra las Minorías Políticas No Comunistas.

Señores Magistrados, Fiscales, Autoridades Políticas, Estatales, Judiciales y de Servicio Público de nuestra nación, mi nombre es Aurelio Andrés González Blanco, ciudadano cubano, natural de Bayamo, Granma; con número de identidad permanente 63101920348, 51 años de edad y vecino de Ave 65 Número 5600, entre 56 y 62, Municipio Guanajay, Provincia de Artemisa, de profesión Abogado; vengo por este medio a presentar formal denuncia, por los delitos antes mencionados, contra los señores Alejandro Castro Espín y el primer teniente Héctor, basado en los hechos siguientes:

Primero: Que el domingo día 17 de mayo del 2015 me encontraba junto a 75 Damas de Blanco y 56 Caballeros en la calle 26 y Quinta Avenida, Municipio Playa, específicamente en el Parque Gandhi o Parque de los Luchadores No violentos por el respeto de los Derechos Civiles, Políticos y Ciudadanos; apoyando las correspondientes plegarias y demostraciones pacíficas de las Damas de Blanco y solicitando la libertad para todos los presos políticos y de conciencia.
Una vez terminado el encuentro, cuando nos disponíamos a abandonar el lugar para tomar el ómnibus perteneciente a la ruta P-1, con el objetivo de dirigirnos a nuestras casas, alrededor de 8 (ocho) guaguas de transporte urbano de Ómnibus Metropolitanos, más de 15 (quince) carros patrulleros marca Gilí, alrededor de 7 (siete) Camiones pesados de transporte de militares y alrededor de 7 (siete) carros jaulas, más alrededor de 10 policías motorizados; se nos abalanzaron encima mientras estábamos en la parada de la calle 28 y Tercera Avenida del municipio Playa; y de todos estos vehículos descendieron más de 200 (doscientas) personas vestidas de policías y unos 10 a 15 vestidos de civil, cuyas conductas, actitudes e imágenes de sus caras resulta tan difíciles de describir que ellos mismos, de inmediato, nos arrebatan todo tipo de cámaras, celulares y objetos que nos permitan grabar la crueldad sádica y bochornosa, cuanto menos criminal y psicopática conque estos militares se comportan. Conducta que estas personas, de forma premeditada y cumpliendo órdenes superiores, no disimulan cuando se lanzan contra nosotros con una violencia propia de personas incivilizadas, inhumanas y con serio trastorno de la personalidad.
Ese día domingo 17 de mayo de 2015 yo participo por vez primera, razón por la cual toda aquella violencia me toma de sorpresa, fue algo para mí no solamente inesperado, sino totalmente insospechado. Nunca había visto crueldad similar contra personas totalmente pacíficas y mayormente de avanzada edad.
Eran alrededor de la una de la tarde (13:00 horas) cuando de dentro de todo aquel desorden provocado por estas tropas vestidas de policía y sedientas de esa crueldad psicopática propia de criminales, un guardia vestido de civil y otro vestido de policía me ponen frente a la cerca que rodea la residencia de color azul construida en aquella esquina y desde mi espalda registran mis ropas, mi cuerpo y mis pertenencias, me colocan los brazos cruzados en la espalda por las muñecas, me esposan fuertemente con una esposa plástica y de forma totalmente violenta, un guardia por cada lado, sin razón alguna; me suben hacia el cuello los brazos esposados, persiguiendo con ello que mis brazos y las articulaciones al nivel de los hombros me lleven a sobrepasar el umbral del dolor. Dolores que me duraron más de cuatro días (Tortura Número 1), y que tuve que combatir con relajantes y antinflamatorios musculares.
Una vez, cuando ya me tenían parado en la parte trasera del camión y antes de subir al mismo, uno de los guardias me empuja contra el estribo donde debo poner el pie y como mi edad y mi peso ya no me permite subir el pie como un adolescente, con las manos atadas a la espalda, pierdo el equilibrio y mi rodilla derecha justo va a chocar con el estribo de metal, provocándome una inflamación que me duró más de una semana (Tortura Número 2). No pudiendo yo subir al camión en aquellas circunstancias, tuve que agenciármelas para hacerlo sin que me golpearan en la cabeza y dándome golpes en las piernas porque los policías continuaron empujándome contra el estribo del camión.
Peores circunstancias resultaron para otro hermano nuestro de alrededor de 70 años de edad, estatura pequeña y un poco de sobrepeso, a quien, igualmente con las manos atadas a la espalda, lo lanzaron de cabeza al interior del camión, con tan mala suerte que su ojo derecho fue a pega en la esquina del banco de metal donde debíamos sentarnos. De él traeré luego su nombre completo, pues aún no me lo sé (Tortura Número 3).
Tan solo unos segundos después, lanzan de cabeza contra el piso del camión a otro de nuestros hermanos que detuvieron junto a mí. Esposado en la espalda, cae de boca contra el piso metálico del camión y a empujones meten su cuerpo hacia el interior del mismo, manipulándolo como si se tratara de un saco de papas. Igual daré el nombre de este hermano una vez lo tenga.
Tan pronto llenaron el camión con alrededor de 20 de nuestros hermanos, todos esposados a la espalda, y unos 15 policías custodiándonos, los mismos comenzaron a amenazarnos con golpearnos si no cerrábamos nuestras bocas, y de hecho golpearon a uno de mis hermanos que se encontraba en la esquina del camión y a mi izquierda. De él luego doy su nombre.
El camión que nos conducía, junto con todas las guaguas, patrulleros y equipos antes mencionados, a través del túnel de la bahía de la Habana y por toda la carretera Monumental y la Vía Blanca, nos trasladó hasta el campamento Internacional de Pioneros José Martí (Qué vergüenza en tu nombre querido José Martí…Según el señor Fidel Castro las escuelas no serían más cuarteles). Y allí, luego de trasladarnos esposados a la espalda durante todo ese trayecto, internaron todos los vehículos. Allí quedaron detenidas, Bajo Secuestro Policial, cerca de 75 Damas de Blanco.
En cuanto a nosotros, los caballeros, sin bajarnos de los camiones y bajo múltiples quejas de nuestra parte por el daño que nos estaban causando las esposas luego de más de media hora con ellas puestas a toda presión, nos volvieron a conducir hacia la Vía Blanca en dirección hacia la Ciudad de la Habana, después por toda la carretera Monumental hasta la Autopista del Primer Anillo hacia el Parque Lenin; luego por la carretera de Calabazar; y al final, hacia un cuartel que tiene la policía en esa zona.
El lugar donde quedamos Secuestrados nosotros los Caballeros es como un Vivac donde hay varios dormitorios. Aquello no es una Unidad Oficial de la PNR.
Hacia este lugar nos conducen con los brazos esposados en nuestras espaldas y aún con las manos cianóticas nos mantienen dentro de los camiones y esposados, por espacio de tres a cuatro horas (Tortura Número 4).
Así nos mantienen confinados dentro de aquellos camiones que a las dos de la tarde son peores que un horno de carbón, y luego de mantenernos todo el tiempo que solo un psicópata puede considerar “Razonable para sus sádicos deseos”, comienzan a bajar un caballero cada alrededor de 20 minutos. De tal forma que los últimos en bajar y aquellos que a su cruel entender consideran conflictivos, quedan esposados y cocinándose dentro del camión hasta las cinco de la tarde y quizás más.
Una vez que todos y cada uno de nosotros somos registrados por los policías en cada una de las partes de nuestros cuerpos y siendo alrededor de las 6:00 (seis) de la tarde, nos montan en otro carro jaula y nos sacan de ese cuartel hacia donde se les ocurra. No importa que nos pregunten dónde vivimos, ellos nos dejarán donde consideren. Yo no estuve, pero puedo traer el testimonio de muchos de mis hermanos que de allí los llevaron hacia Batabanó, otros a Melena del Sur y otro a Nueva Paz, y allá, a más de 50 y 60 kilómetros de la Ciudad de la Habana, y hasta 70 kilómetros de sus residencias, fueron abandonados un domingo, sabiendo los torturadores que en esos lugares no existe transporte hacia la Habana a partir de las 3:00 (tres) de la tarde.

Segundo: Que igualmente, el domingo 24 de mayo de 2015, participo de las correspondientes plegarias y demostraciones pidiendo la libertad para todos los presos políticos. En esta ocasión fuimos alrededor de 50 Damas de Blanco e igual número de Caballeros. Aquellos dos hermanos que el domingo 17 de Mayo pasado fueron cruelmente lanzados al interior del camión como dos sacos de papas y que mencioné anteriormente, no vinieron esta vez, por lo que no pude tomar su nombres para incluirlos en esta denuncia.
De tal forma que cuando abandonamos el parque Gandhi y nos encontrábamos en la parada de la Calle 28 y 3ra Avenida en Playa, la misma historia se repitió; pero esta vez además de los alrededor de 200 policías uniformados, trajeron una guagua de color verde con alrededor de 100 personas vestidas de civil.
Una vez llegaron los policías yo alcé mis dos manos en señal de tranquilidad y pacifismo y tan pronto comenzaron los policías a bajar del ómnibus que se detuvo frente a mí, uno se colocó en mi espalda, me agarro bien violentamente por el cuello y por el cinto e inesperadamente me empujó contra la plancha de acero del costado del bus que estaba frente a mí, de tal forma que mi cabeza choca contra el bus y quedo un poco atontado, en ese mismo instante, aprovechando que yo estaba mareado, con las manos en alto y que él me tenía sujeto por la espalda, ese mismo policía, desde mi espalda, embrida sus brazos alrededor de mi cintura, cierra sus manos con mi cinto y la faja de mi pantalón a la altura de mi estómago, me separa del piso unos centímetros y con la misma me tira contra el suelo lesionándome en el codo izquierdo y causándome un esguince en el dedo mayor del pie derecho y otro a la altura del empeine del mismo pie. Dado que yo aún me encontraba mareado y sorprendido por tanta crueldad, trato de reponerme y quedo de rodillas en el suelo apoyado además en mis dos manos, y es entonces que ese mismo policía me da un piñazo por detrás de mi oreja derecha que me deja aún mas aturdido. Tirado aun en el suelo e inmediatamente, el mismo policía me da tres patadas en el pecho y otra en el borde externo del estómago casi en la espalda pero por encima de la cadera, mientras que otro policía, parado a mi izquierda, me daba piñazos en la espalda. Esos dos policías, luego que se cansan de darme golpes (Torturas Número 5, 6, 7, 8), el que estaba a mi izquierda me quita mi bolso donde tenía tres pomos de agua y una toalla y junto con el otro policía que me había dado las patadas, me levantan y me llevan para un panel jaula que estaba parqueado detrás de la guagua contra la que me habían estrellado. A duras penas pude subirme en la jaula porque los dos policías aún continuaban con la intención de seguirme golpeando y mi único refugio posible para evitar que me siguieran golpeando era meterme en la jaula, mientras tanto ellos me halaban por el cinto y la faja del pantalón tratando de tirarme para el pavimento nuevamente, hasta que por fin logré entrar al panel no sin antes lograr identificar al policía que me había estrellado contra el bus, tirado en el suelo, propinado un piñazo detrás de mi oído derecho y dado cuatro patadas, era un primer teniente que luego montó con el chofer del panel y más tarde me dijo que su nombre era Héctor.
Debo señalar que casi todos esos mismos abusos los cometieron contra otro de nuestros hermanos nombrado Julio Guzmán, una persona de 60 años de edad y con una traqueotomía en su glotis. Ello significa que ni siquiera se puede quejar porque no puede hablar y las palabras que trata de articular no se escuchan.
¿Cómo puede cometerse tanta crueldad contra una persona que no puede ni siquiera quejarse?
¿Cuál puede ser el delito de este hombre que es prácticamente mudo?
Eso demuestra la criminalidad, la bajeza, la insensibilidad humana y el nivel de trastorno mental que poseen estos policías.
Y eso demuestra también el nivel de crueldad, la naturaleza sádica y la personalidad psicopática del señor Alejandro Castro Espín, quien organiza, orienta y manda a ejecutar todos estos actos de secuestros arbitrarios, torturas, abusos, maltratos y lesiones.
Adicionalmente; una vez que llenaron el panel jaula con alrededor de siete (7) de nosotros, el señor Héctor, otro policía que el domingo 17 de mayo pasado ya me había amenazado con golpearme la cara mientras yo estaba esposado, y el chofer, nos trasladan para el mismo cuartel, el Vivac de Calabazar, a donde llegamos alrededor de las 12:00 (doce) del medio día y como ya es de costumbre en ellos, colocan el panel bajo el tremendo sol del medio día sin ningún tipo de sensibilidad y con toda intención (Tortura Número 9).
Pasada media hora ya no aguantábamos más bajo el sol. Aquel calor, sin agua ni alimento alguno ya era insoportable para todos. Fue por eso que le pido de favor al chofer de la jaula que nos coloque en la sombra. El chofer responde que allí no había sombra ninguna. Yo le reitero que al costado izquierdo hay un techo de fibrocemento que disminuye un poco el calor, contestándome el chofer que él no podía decidir eso, que él cumplía órdenes y allí lo habían mandado a colocar el panel jaula con todos nosotros dentro. (Esto demuestra la intencionalidad del método de torturarnos exponiéndonos al sol por un largo período de tiempo).
Pasada aproximadamente una hora bajo el sol, recuerdo que el Señor Osmany Cienfuegos, hermano de Camilo Cienfuegos, había encerrado varios prisioneros dentro de una jaula tapiada y cuando la abrieron habían fallecido once de esos prisioneros.
Fue por eso que con mi puño derecho doy varios puñetazos en el piso del panel jaula pidiendo que nos muevan de allí porque nos estábamos ahogando y esta fue la decisión que tomaron, bajo la guía del señor Héctor, ya mencionado anteriormente, y otro policía vestido de civil del cual no conozco el nombre, pero de acuerdo con lo planteado por mis hermanos pertenece a la Contrainteligencia. Ese nombre lo voy a averiguar para entregarlo a esta Fiscalía:
Primero me mandaron a bajar del panel y una vez afuera el mencionado Héctor y cinco (5) guardias más me inmovilizaron para ponerme las esposas de hierro. Mientras el señor Héctor me ponía las esposas los otros guardias me aguantaban los brazos que yo voluntariamente ya había puesto en mi espalda, y como él mencionado Héctor no podía poner las esposas porque ellos mismo estaban nerviosos, el policía vestido de civil me agarró por el cuello como si yo fuera un animal. Una vez que me pusieron las esposas de hierro, con mis manos sobre mi región glútea, las apretaron tanto como pudieron para cortar la circulación de mis manos, y con su criminal intención volvieron conmigo a la puerta trasera del panel, mandaron a bajar a todos mis hermanos quedando el panel completamente vacío, y una vez allí me lanzaron de cabeza, con las manos atadas a la espalda, contra el suelo del panel jaula (Torturas Números 10, 11, 12).
Fue así que en ese mismo carro jaula donde quedé sólo y sin el posible auxilio de ninguno de mis compañeros, me mantuvieron por espacio de tres horas bajo el sol, sin agua (Tortura Número 13), sin alimento alguno (Tortura Número 14), con las manos esposadas a la espalda, tirado en el suelo y donde perdí el conocimiento no sé por qué período de tiempo, perdí además la circulación sanguínea de mi brazo izquierdo que fue sobre el cual quedé apoyado contra el suelo del vehículo cuando me lanzaron y perdí la sensibilidad de las maños que se me pusieron cianóticas y comenzaban a necrosarse cuando de favor le pedí a los guardias que no me torturaran más, que iba a perder mis manos, y después de múltiples ruegos de mi parte, fue que me sacaron las esposas. En ese momento tenía ya las manos tan necrosadas que no pude utilizarlas para poder levantarme, ellos me tuvieron que ayudar.
Yo tengo las fotos de cómo aún estaban las muñecas de mis manos al día siguiente de esta tortura, inflamadas y con los surcos sanguíneos que me dejaron las esposas.
Créanme señores que aún mis manos están acalambras de la tortura a que fui sometido este domingo 24 de mayo, que algunos de los dedos de mis manos aún no me los siento.
Una vez que me sacaron de la jaula casi no podía caminar porque tenía casi todo el cuerpo acalambrado y por los golpes que me dieron en el pie derecho casi no podía apoyarlo.
Nuevamente nos requisaron el cuerpo totalmente buscando los celulares, cámaras fotográficas, memorias y cualquier elemento que sirva para grabar el actuar criminal de la policía. Luego, siendo alrededor de las seis (6:00) de la tarde me condujeron hasta cerca de 100 y 33 en Marianao. Allí me liberaron.
Adicionalmente, la bolsa con los pomos y la toalla que me quitó el guardia que junto al señor Héctor me golpeó, nunca me la devolvieron. Inquirí por ella en varias ocasiones y hasta la fecha la misma no ha aparecido. La bolsa tiene un precio de 5.00 pesos cubanos y la toalla me costó 20.00 dólares de los Estados Unidos.
Una vez me liberaron en la Calle 100 esquina a 33, en Marianao, fui al Hospital Militar Carlos J. Finlay para recibir atención y tratamiento médico por los golpes que me fueron propinados. Mis hermanos me recomendaron que no mostrara las huellas que habían dejado las esposas en mis muñecas (dos surcos equimóticos profundos, uno en cada muñeca, y la muñeca derecha tremendamente inflamada) porque si así lo hacía los médicos se negarían a atenderme al darse cuenta que las lesiones por mí recibidas provenían del actuar arbitrario de la policía.
En el hospital, una vez tomadas las placas del pecho y el pie derecho, los médicos determinaron que a pesar de la inflamación en el tórax no se observaba neumotórax; pero que en el pie derecho tenía un esguince en el dedo mayor y otro al nivel del empeine, por lo que orientó que se me inmovilizara el pie. Igualmente me recetaron dipirona y metocarbamol por 7 días.
Debo expresar además, que tengo fotografías de casi todas las lesiones visibles causadas por los golpes y torturas, y aún se me pueden tomar las correspondientes fotografías de los hematomas de los golpes en la espalda. En cuanto al dolor de las patadas en el pecho aún no me permiten respirar bien por lo que debo repetirme un examen médico de cual les facilitaré el resultado.

Testigos que me acompañan:
1.- Agustín López Canino. Vecino de calle 72, número 31320 entre 313 y 315, Ciudad de la Habana, teléfono 53236344.
2.- Guillermo García Velazco. Vecino de calle 96, número 5918, entre 59 y 61, Marianao, Ciudad de la Habana.
3.- Juan Carlos Vázquez Osorio, teléfono 54138615.
4.- Otros testigos que traeré oportunamente.

Procedimientos que se interesan de mi parte:
1.- Que el señor Alejandro Castro Espín, asesor de seguridad nacional del Señor Raúl Castro Rúz sea encausado y procesado por el delito de Detención Ilegal y Secuestro de carácter continuado ejercido contra las minorías políticas no comunistas, en su condición de autor intelectual.
2.- Que el señor Alejandro Castro Espín sea encausado y procesado por el delito de tortura de carácter continuado cometido contra las minorías políticas no comunistas, en su condición de autor intelectual.
3.- Que el señor primer teniente Héctor, perteneciente a la Policía Nacional Revolucionaria sea encausado y procesado por los delitos de Detención Ilegal y Secuestro de carácter continuado, ejercicio de la tortura física y lesiones corporales, Linchamientos Extrajudiciales (en grado de tentativa), cometidos contra las minorías políticas no comunistas, en su condición de ejecutor material de tales delitos.
4.- Que igualmente sean encausados y procesados todos aquellos policías y oficiales de la Seguridad del Estado que a diario y específicamente los domingos, participan en la comisión de los delitos Detención y Secuestro Ilegal, Ejecución de Torturas, Lesiones y Linchamientos Callejeros, ejecutados contra las minorías políticas no comunistas.
5.- Que se respeten los derechos a la libertad y la integridad física de las Minoristas Políticas no Comunistas.
6.- Que se respete la libertad de expresión de las Minorías Políticas no Comunistas.
7.- Que se constituya una Comisión de la Verdad, con la Fiscalía General de la República como gestor principal y dos observadores permanentes (uno perteneciente a una institución eclesiástica y el otro perteneciente a las Minorías Políticas No Comunistas propuesto por el Señor Guillermo Fariñas) para documentar cada uno de los abusos, torturas y lesiones cometidas por la PNR, la Contrainteligencia y Grupos Paramilitares del gobierno, contra las Minorías Políticas No Comunistas.
8.- Que se me devuelva mi bolso, pomos y toalla o se me reintegre el importe correspondiente al precio de todos los objetos de mi propiedad que no me han sido devueltos.
9.- Y que se comprenda de una vez que nuestra sociedad no es una sociedad homogénea, que en ella habitan personas con diferencias ideológicas y criterios sociopolíticos que deben ser respetados y el pueblo tiene derecho a conocerlos. Y que si se aspira a participar en una sociedad civilizada, tenemos que respetarnos y tolerarnos basados en la observancia y respeto de los Derechos Humanos, Civiles y Políticos de cada persona, y abandonar esa cultura de salvajismo abiertamente promovida y apoyada por el gobierno de nuestro país para que nos odiemos y matemos entre nosotros.

Pruebas que adjunto:
1.- Fotocopia del certificado médico y demás prescripciones facultativas del hospital Carlos J. Finlay….
2.- Fotografías que muestran la mayoría de las lesiones producidas por los agentes de la PNR y Contrainteligencia.


Respetuosamente,




Licenciado
Aurelio Andrés González Blanco.
Abogado graduado del Curso de
Enseñanza Dirigida de la Universidad de la Habana.


Nota: Esta denuncia fue entregada a la Fiscalía Militar Principal en fecha 3 de junio de 2015 y a la Fiscalía General de la República de Cuba en igual fecha .